CLASES

Touching air-José Reches

El objetivo básico de "Tocando el aire" es preparar el cuerpo del bailarín para un espectro amplio de posibilidades de movimiento, en términos de forma, dinámicas o calidades. En el desarrollo de la clase trabajaremos de forma específica la percepción del peso y sus intensidades, tanto en el suelo como en la vertical. Evolucionaremos por la propulsión del cuerpo, caídas, elementos acrobáticos, recuperaciones y suspensiones, siempre en una búsqueda de la fluidez y volúmenes del movimiento en los diferentes niveles espaciales. Todo ello sin olvidarnos de la orientación y traslado del cuerpo, teniendo como génesis de movimiento la flexibilidad de la columna vertebral.

Contact Improvisation-Cristiane Boullosa

Contact Improvisación o CI es “a contemporary game” dice Steve Paxton. CI empezó en US en los años 70 como una exploración de las fuerzas físicas impuestas al cuerpo por la gravedad, la física de la inercia, el momento, la caída y la cogida. CI es una forma muy compleja pero a la vez muy abierta, con infinidad de posibilidades. Es una forma de danza creada por el bailarín en el momento en el que baila. En estas clases de contact improvisación trabajaremos herramientas físicas que permiten adquirir una conciencia estructural y funcional concreta del propio cuerpo, una noción espacial diferente a la trasmitida en las técnicas más clásicas de danza, y un conocimiento de cómo organizarse físicamente en relación a la gravedad, otro cuerpo, el suelo y el espacio.

Talleres de creación -Luis Agorreta

Experimentaremos con la creatividad en el espacio y con el resto de intérpretes en tres talleres con una temática común: la danza y el deporte. Diferentes experiencias en las que exploraremos conceptos como la táctica, la competitividad, las reglas y la fatiga, siempre enfocada a la integración a través de la danza.

Flying low -Diana Bonilla

La técnica del Flying low se centra principalmente en la relación del bailarín con el suelo y con el espacio. En cada clase se proponen exploraciones en torno a la relación del bailarín con la tierra, el peso de su cuerpo y el espacio que habita, cultivando la interconectividad e inclusividad con el entorno. En base a patrones de movimiento sencillos que implican un uso eficiente de la respiración, los apoyos y la velocidad, esta práctica activa los cuerpos explorando maneras dinámicas de entrar y salir del suelo, potenciando la eficiencia del movimiento, permitiéndole al bailarín estar en estado de alerta constante, mientras interiormente se mantiene la calma.